Rotura completa del ligamento cruzado anterior, ¿Cómo rehabilitarlo?
¿Qué es el ligamento cruzado anterior (LCA)?
El ligamento cruzado anterior de rodilla es una estructura intraarticular y extrasinovial, que une el fémur con la tibia. Está compuesto de fibras de colágeno y su función es la estabilización de la rodilla; tanto el desplazamiento anterior de la tibia como el posterior del fémur.
Está inervado por ramas del nervio tibial. La vascularizacion es dada por la arteria geniculada media, y es muy escasa; por esto, presenta una baja capacidad de cicatrización tras su lesión o cirugía.
Grados de lesión en el ligamento anterior de la rodilla
En la lesión del ligamento cruzado anterior de rodilla podemos diferenciar dos tipos de grados o lesión: total o parcial. En gran medida, casi todas las lesiones de ligamento cruzado anterior suelen ser rotura total. Además, dependiendo en qué zona del ligamento se produzca el prónostico de recuperación será mejor o peor.
Causas que pueden producir lesión en los ligamentos
Los principales factores de la lesión de ligamento cruzado anterior de la rodilla son:
- Anatómicos: valgo de rodilla, pronación del pie, peso corporal, anatomía meseta tibial.
- Ambientales: depende mucho del grado de fricción entre el suelo y el calzado, a mayor fricción mayor riesgo de lesión.
- Neuromusculares: principalmente, el mayor grado de contracción del cuádriceps respecto a los isquiotibiales. Esto provoca una traslación de la tibia hacia anterior, lo cual hace que sea uno de los mecanismos más importantes que provocan esta lesión.
- Hormonales
Lesión ligamento cruzado anterior síntomas
Los síntomas más frecuentes en la lesión del ligamento cruzado anterior son:
- Chasquido y dolor inmediato cuando se produce la lesión
- Hinchazón de la rodilla
- Tumefacción
- Sensación de inestabilidad o fallo de la rodilla. El paciente describe esta sensación con el signo del doble puño (puños enfretados y haciendo el gesto de rotación). Esta sensación de inestabilidad se da en la mayoría de ocasiones en gestos de torsión-recorte-desaceleración.
¿Cómo saber si tengo una lesión de ligamentos?
En primer lugar, tenemos que realizar una buena anamnesis (cómo fue la lesión, que sensación tiene, etc.), además de observar si hay derrame articular (ver si la rodilla está hinchada), ya que esto es indicativo de lesión en la rodilla, si existe limitación de la extensión y flexión completa, estado de la musculatura isquiotibial, dolor e hinchazón…
En la exploración, es muy importante valorar la estabilidad de la rodilla, para ellos se han descrito tres test fundamentales:
- Prueba de Lachman: paciente tumbado boca arriba con rodilla en 20-30° de flexión; el terapeuta coloca una mano en la parte anterior del cóndilo femoral y la otra en la parte posterior de la tibia. Se realizará una maniobra de tracción anterior de la tibia y posterior del fémur. Este test es positivo cuando la tibia se luxa a anterior.
- Cajón anterior: paciente tumbado boca arriba, rodilla a 90° de flexión, el terapeuta fija el pie y con las manos sujeta la tibia en su zona posterior (hueco poplíteo). La maniobra consiste en traccionar de la tibia hacia anterior. Esta prueba es positiva si la tibia se luxa.
- Prueba de cambio de pivote: paciente tumbado boca arriba, rodilla estiradas, el terapeuta efectúa una flexión de cadera a 45°, a la vez que realiza una flexión de rodilla y un valgo. En esta prueba será positiva si al llevar la rodilla a extensión el terapeuta nota que se coloca la tibia.
Es importante, efectuar estas pruebas lo antes posible para que sean más específicas posibles, debido a que una defensa de la musculatura isquiotibial puede darnos falsos negativos.
Por otro lado, la prueba de imagen más específica es la resonancia magnética; y además, nos permite saber con exactitud el grado de lesión y lesiones asociadas a esa rotura, como alteraciones meniscales, esguinces ligamentos colaterales, edemas óseos y fracturas óseas.
Entre un 60-75% de esta lesión va acompañada de una rotura del menisco interno (por la estrecha relación que presenta con ligamento cruzado anterior), y en un 46% va asociada la afectación o esguince del ligamento colateral interno. Cuando se produce una lesión de estas tres estructuras, descritas anteriormente, se conoce lesión de la triada.
¿Cómo Prevenir la Rotura de Ligamento Cruzado Anterior?
Los programas de prevención para la lesión del ligamento anterior de la rodilla son bastante eficaces, disminuyendo la posibilidad de presentar esta lesión en un 50%.
En Clínicas H3, se realiza un programa de prevención basado en ejercicios de propiocepción y de habilidades neuromusculares (consisten en mejorar la respuesta de activación de la musculatura implicada).
En este caso, también es importante incluir ejercicios de control o fortalecimiento del CORE. También sería interesante poder realizar un estudio más exhaustivo del paciente, valorando su pisada, su anatomía del miembro inferior y su forma de caminar o correr.
¿Qué porcentaje de personas se rompe el menisco?
Según un estudio que se realizó en septiembre de 2021 en Estados Unidos y publicado en https://now.aapmr.org/ sobre las lesiones de menisco de la rodilla, en el que se estima una media de unos 850.000 casos estimados por año. Por tanto, las lesiones meniscales son muy comunes.
Su incidencia, según este estudio, es de 61 casos por cada 100.000 personas y una prevalencia que puede llegar hasta el 14% según otro estudio de Logerstedt D, Snyder-Mackler. La proporción de hombres frente a mujeres 2,5 a 1 y 4 a 1. Los desgarros meniscales degenerativos ocurren en pacientes mayores de 40 y menores de 60.
Tratamiento con fisioterapia para lesión de ligamento cruzado anterior
En el tratamiento de las roturas del ligamento cruzado anterior tenemos que plantearnos la posibilidad de un tratamiento conservador (fisioterapia) o un tratamiento quirúrgico. La decisión dependerá de varios factores, pero principalmente, de los objetivos del paciente. Hay estudios que revelan que no hay diferencias entre ambos tratamientos.
Si se opta por un tratamiento quirúrgico, en clínicas H3, ofrecemos la posibilidad de realizarlo. Para ello, dividiremos la rehabilitación en 4 fases:
- FASE 0: control de la inflamación y rengo de extensión 0º en la primera semana. Para lograr los objetivos de esta fase realizaremos terapia manual, tecarterapia y ejercicios de movilidad de la rodilla; además, es importante trabajar la cicatriz para evitar adherencias.
- FASE 1: fortalecimiento y control neuromuscular. En esta fase realizaremos ejercicios enfocados en el fortalecimiento de la musculatura implicada en el movimiento de la rodilla, incidiendo en el fortalecimiento de la musculatura isquiotibial, para evitar futuras lesiones. También incluiremos ejercicios de coordinación y estabilidad de rodilla
- FASE 2: carrera, saltos, y aterrizajes. Una vez tengamos conseguidos los objetivos de la fase 1, empezaremos a efectuar saltos, aterrizajes y carreras de forma progresiva.
- FASE 3: vuelta al deporte. Esta última etapa dependerá de si el paciente efectuaba algún deporte específico o no. En el caso de que no, sería un buen momento para incitarle al deporte. En esta fase, trabajaremos con ejercicios más específicos y adaptados al deporte que quiera practicar.
En el caso de que se opte por el tratamiento conservador, se llevarán a cabo las mismas fases que en el tratamiento quirúrgico, teniendo en cuenta que el ligamento está lesionado para el planteamiento de los ejercicios.
CASO PRÁCTICO: Rehabilitación Ligamento cruzado anterior 🏃 Carlos Bellvís futbolista profesional - AD Alcorcón
VIDEO: ¿Es imprescindible operar un ligamento cruzado anterior roto?
Alejandro te cuenta los motivos para elegir o no operarte según tus objetivos. No te pierdas toda la información que podemos darte, para que tomes la mejor decisión.
Bibliografía
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